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Feb

2014

Salimos a las 11:30 p. m. A las seis de la mañana llegamos a la Ciudad de la Primavera. En el Salón de Té San Francisco nos esperaba una humita, un sándwich de chicharrón, mechado, pavo o pollo, un jugo de frutas y una taza de leche. Necesitábamos muchas energías para  empezar el “full day”; […]

Por Many Cangahuala. 18 febrero, 2014.

Salimos a las 11:30 p. m. A las seis de la mañana llegamos a la Ciudad de la Primavera. En el Salón de Té San Francisco nos esperaba una humita, un sándwich de chicharrón, mechado, pavo o pollo, un jugo de frutas y una taza de leche. Necesitábamos muchas energías para  empezar el “full day”; iniciaríamos en el Complejo Arqueológico de Chan Chan, la ciudad de barro más gran de América.

El grupo de exploradores estaba conformado por 34 personas: 20 escolares, 4 profesoras del colegio Santa María y Nuestra Señora de Lourdes y 9 universitarios. Todos, compartiendo la misma pasión por la historia y la gestión cultural.  El viaje a Trujillo era el premio obtenido por los grupos ganadores del primer y segundo puesto del Concurso REC Actívate que organiza, desde hace 3 años, la Licenciatura en Historia y Gestión Cultural de la Universidad de Piura. En el 2013, participaron 100 escolares de 4º y 5º año de secundaria provenientes de las ciudades de Chiclayo, Sullana, Paita y Piura.

Rec Actívate busca que los escolares encuentran espacios de acción voluntaria para fomentar el espíritu solidario Asimismo, motivó la realización de programas de acción cultural en los colegios, sensibilizando sobre la importancia de la lucha contra el tráfico de bienes muebles, tema del Concurso.

Con un descendiente Chimú

Las gestiones para la visita a Chan Chan las realizó Marialejandra Puruguay, exalumna de Historia y Gestión Cultural de la UDEP, quien trabajaba en el Proyecto Especial Complejo Arqueológico Chan Chan. Antes de iniciar la visita, recibimos un pin que decía “Yo soy defensor de Chan Chan”.Tuvimos un recorrido único e incluso ingresamos a lugares no abiertos al público en general. Además, contamos con dos guías expertos, integrantes del Proyecto (Fernando Cruz y Marialejandra) y un promotor de apoyo –Percy Valladares Huamanchumo– quien resultó ser descendiente de los chimú, su segundo apellido es el del último gobernante Chimú en el período virreinal-. La excursión demoró cerca de 3 horas. Aprendimos nuevas cosas y recordamos otras tantas que ya sabíamos. Al final del recorrido, nos esperaba la representación de un gobernante Chimú con quien nos fotografiamos.

Algo anecdótico, sucedido en el recorrido fue el encuentro con ‘Yomek’, un perro viringo que, junto a su compañero ‘Moyek’, vive desde hace algún tiempo en el Complejo. Nos dijeron que Yomek significa lobo marino y Moyek era el nombre de un gobernante chimú. Estos canes conocen el complejo como la ‘planta de su pata’. Corrían de un lado a otro, como si nos dieran la  bienvenida. Con sus saltos y ladridos, durante parte del recorrido, parecían querer guiarnos.

Modelando con arcilla

Habíamos terminado la visita a Chan Chan. Estábamos algo cansados y agotados por el intenso sol y la caminata. Ahora tendríamos una clase vivencial de modelado en arcilla, con un profesional del tema. Olvidamos el cansancio y pudimos hacer moldes en yeso. Cada uno de nosotros modelamos uno o más trabajos en arcilla.

Algunos tenían más habilidad para realizar estos trabajos.  Se notaba la concentración en sus rostros y la destreza en sus manos; luego, la satisfacción de terminarlos fue algo muy gratificante.  Sin duda, esta fue una fantástica experiencia para todos: trabajar con nuestras manos este arte en el  que nuestros antepasados fueron expertos.

Con los trabajos en manos: ardillas con su pequeña cría, guerreros en miniatura y peces, subimos al bus y nos dirigimos a Huanchaco para disfrutar de un rico y reparador almuerzo. Fue algo rápido, pues debíamos participar en más actividades de este full day. Eran casi las 3 de la tarde… nuestro siguiente destino: La Huaca del Sol y la Luna.

Con las pilas recargadas, esperábamos ansiosos el inicio del recorrido. Para algunos, era la primera vez que visitaban el sitio; otros, igual de entusiasmados, recordábamos nuestras anteriores visitas. Luego de 90 minutos de intensa lluvia de aprendizaje, descendíamos de La Huaca, en fila india. La tarde había caído, y el desfile de los excursionistas, bajando el cerro, era una imagen digna de postal.

El Centro histórico de Trujillo

En un descanso, antes de partir al siguiente punto, compramos artesanías representativas del lugar. Con el anochecer,  llegamos al Centro histórico de Trujillo. Nos esperaba Luis Seminario, también egresado de la Licenciatura en Historia y Gestión Cultural. Tuvimos la suerte de apreciar incluso una danza de los Negritos que recorrían una de las calles y conocimos la casona de la Emancipación, que data del siglo XVI.

Fue un día de agitadas, intensas y muy interesantes actividades.  Por ello, fue reconfortante llegar al chifa donde disfrutamos de un banquete digno de “incas”. Fue un compartir, no solo de comida, sino de experiencias intensas que habíamos tenido aquel día. Ver las caras de felicidad y entusiasmo de los escolares y, al mismo tiempo, los signos del  sueño y cansancio,  –nos hizo pensar que días como estos, “llenos de cultura”, valen la pena vivirlos.

Eran ya las once de la noche y el bus nos esperaba para partir. Uno a uno fuimos subiendo. Estábamos listos para retornar a Piura. En el viaje ya nadie habló. El cansancio nos había vencido. Sí que fue un ‘full day’ y algunos quizá soñaban con los vivido y aprendido en aquella excursión de intensa actividad cultural.

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